Los avances que registra la tecnología convergen cada vez más con otros rubros. La integración con la economía es un claro ejemplo. La transformación digital es un común denominador en cualquier ámbito de nuestras vidas. Estamos inmersos en una era tecnológica que ha conseguido cambiar nuestras rutinas por completo.
Como todo nuevo desarrollo se presentan nuevos espacios que atender y soluciones que dar. Esto en un ambiente en extremo dinámico y con usuarios muy exigentes.
El Internet supuso una revolución del conocimiento y la comunicación de tal magnitud como la aparición de la imprenta. Ahora, de la mano con el comercio, ha propiciado cambios de hábitos de consumo y acceso a los servicios.
Noruega, Suecia, Suiza, Dinamarca, Singapur, Corea del Sur, Reino Unido, Hong Kong y EEUU se encuentran en la élite de la economía digital, ya que todos ellos se caracterizan por altos niveles de desarrollo digital y un ritmo alto de evolución digital. Así lo pone de manifiesto el último informe al respecto de Mastercard y The Fletcher School de Tufts University.
Los autores del estudio resaltan, además, que Singapur, Reino Unido, Nueva Zelanda, Emiratos Árabes, Estonia, Hong Kong, Japón e Israel demuestran altos niveles de desarrollo digital mientras que continúan liderando la innovación y el nuevo crecimiento. Por su parte, muchos países desarrollados como los de Europa Occidental, los países nórdicos, Australia y Corea del Sur, han tenido un fuerte crecimiento pero su ritmo se está frenando. “Sin una mayor innovación están en peligro de quedarse atrás”, alertan.
En otro nivel de desarrollo nos encontramos a otro grupo de países que, aunque todavía tienen unos bajos niveles de avance digital, son los que demuestran un ritmo más acelerado y están listos para el crecimiento y son atractivos para los inversores. China, Kenia, Rusia, India, Malasia, Filipinas, Indonesia, Brasil, Colombia, Chile y México demuestran este enorme potencial.
En el furgón de cola encontramos a países como Sudáfrica, Perú, Egipto, Grecia y Pakistán, los cuales se enfrentan a un reto importante, afectados tanto por bajos niveles de avances digitales como por un bajo ritmo de crecimiento.
Siguiendo este contexto, ESIC (Escuela de Negocios y Centro Universitario de marketing y dirección empresarial) ha publicado recientemente una lista de cinco tendencias que afectarán no solo a los usuarios individuales de las tecnologías sino que también influirán decisivamente en las empresas.
Estos son las cinco tendencias que identifica el informe:
1. Transformación de las empresas
Las empresas tienen que adaptarse a los nuevos tiempos que corren. Deben digitalizarse y entrar en la carrera tecnológica en la cual nos hemos enrolado todos como usuarios individuales. Por ello, las empresas tendrán que esforzarse por posicionarse en varios sectores del ámbito digital que actualmente forman parte del día a día de las personas:
Las redes sociales constituyen una plataforma imprescindible que permite a empresas y clientes crear otro de nivel de comunicación y afianzar relaciones. Por otro lado, el smartphone se ha consolidado como la mejor herramienta para comunicarnos con quien sea, cuando sea y donde sea.
La computación en la nube consigue transformar inversiones millonarias en contrataciones de servicios a simples cuotas mensuales o anuales, abaratando de este modo la inversión tecnológica considerablemente.
Finalmente el análisis de datos facilita un conocimiento mejor del cliente y de la empresa. Esto hace que podamos optimizar todos los aspectos referentes al marketing y la comunicación.
2. XaaS o “Everything as a Service”
Este concepto se basa en que las empresas, plataformas o aplicaciones irán, poco a poco, integrando sus funciones. De este modo, XaaS ofrecerá paquetes de servicios completos. Servicios, en este caso, “on demand”, es decir, personalizados y bajo demanda. El informe de ESIC señala varias modalidades de este concepto:
–WaaS (Workspace as a Service). Recrea un escritorio virtual para todos los individuos que forman una empresa, con posibilidad de acceder a través de cualquier dispositivo y en cualquier momento.
–RaaS (Robotic as a Service). Permite la perfecta integración de un robot y sus funciones con los servicios que encontramos en la “nube”.
–CaaS (Cybercrime as a Service). Se convierte en la cara oscura de las innovaciones tecnológicas, ya que es necesario tener en cuenta que existen servicios para delinquir en Internet y que se ofrecen a través de paquetes similares a los que comentábamos anteriormente.
–AaaS (Analitycs as a Service). Incluye todos aquellos servicios integrados en la web que permiten que las empresas puedan realizar análisis de sus datos de manera mucho más sencilla y barata.
3. Avances en Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial ya ha dejado de ser cosa de las películas de ciencia ficción. Las posibilidades que ofrece convierte este sector en un diamante en bruto que las empresas tendrán que ir puliendo para no solo satisfacer las cadenas de producción sino también al consumidor final. Se estima que la IA tenga un gran impacto en sectores como educación, sanidad, transporte u hogar.
4. Nuevas tecnologías
La obsolescencia de los productos tecnológicos está a la orden del día. Apenas hemos renovado un dispositivo y ya ha salido una versión más nueva de este al mercado. Por ello, la lista apuesta por fijar nuestra atención en todas las startups digitales. Estas empresas están constantemente experimentando con las nuevas tecnologías, reciclándose para no quedarse atrás. En este escenario, su máxima es: “El cliente siempre tiene la razón”, utilizando la interacción con el cliente como la referencia más válida que una empresa puede llegar a obtener.
En suma, el mundo corporativo deberá adoptar nuevas metodologías de trabajo mediante las cuales no se requieren grandes infraestructuras. Más bien se basan en el trabajo por equipos, en los cuales no sobra nadie y todo el mundo es necesario.
5. Comunicación más visual y entre objetos
Realidad virtual, realidad aumentada, wearables… Tecnologías que resaltan la comunicación visual, dejando a un lado el concepto de comunicación que teníamos hasta este momento.
Las empresas deberán hacerse más llamativas, más visuales. Conseguir presencia en todas estas nuevas formas de comunicación con las personas y con los objetos, que, poco a poco, van llegando a nuestras vidas. Las páginas web serán adaptables a todo tipo de formato y dispositivo, facilitando y mejorando su imagen frente al público masivo que se va dotando de los nuevos dispositivos que llegan al mercado.
La realidad virtual y la realidad aumentada acabarán complementándose para cubrir un sinfín de productos conectados e inteligentes que van imponiéndose en nuestras vidas mediante el Internet de las Cosas.
En definitiva, en un futuro no lejano en el que las empresas tendrán que saber compatibilizar sus actividades habituales con todas estas nuevas herramientas tecnológicas, ya imprescindibles en nuestras vidas.
FUENTE:
- BBC
SyF – Ingeniería para la Gestión, Lima 27 de julio del 2017
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